CARACTER CHINO DEL DIA

miércoles, 11 de mayo de 2011

La normalidad de la anormalidad

Vivo en un lugar que quieren hacer catalán del año a un tipo de Albacete y a nadie le extraña. Vivo en un lugar en que las instituciones producen vídeos para comparar jugadores de fútbol con iconos religiosos y nadie dice nada. Vivo en un lugar en el que funcionarios faltan al respeto a ciudadanos que pagan su sueldo con preguntas vergonzantes en exámenes oficiales de catalán y nadie los echa de su lugar de trabajo. Vivo en un lugar en el que la televiSSión Nazional que todos pagamos imparte enfermizamente dogma culé a todas horas y escupe obsesivamente odio y rabia en las mismas proporciones con Mourinho a la cabeza y a nadie le parece raro. Vivo en un lugar en el que los políticos únicamente muestran su cariño a una sola entidad deportiva y olvidan que, Catalunya es mucho más que un club.

Vivo en un lugar en el que los intelectuales, filósofos y pensadores que, en teoría, se tendrían que alinear con el desfavorecido, se pliegan al poder establecido y menosprecian a las minorías y eso a nadie le importa lo mas mínimo. Vivo en un lugar en el que se insulta a cualquier equipo que intente ganar un partido de fútbol al equipo del régimen y se califica como anti-fútbol todo aquello que no sea facilitar que los jugadores culés puedan pisar a su rival. Vivo en un lugar en el que cualquier comentario en contra de una entidad deportiva es considerado una afrenta nacional y todos los ciudadanos debemos obligatoriamente sentirnos indignados. Vivo en un lugar en el que los ciudadanos más notables que no viven dentro de la tribu blaugrana se justifican y esconden como ratas para no perder sus privilegios y nadie siente vergüenza por ello. Vivo en un lugar en el que a los niños les obligan a aprender en flauta el "Cara el sol Catalán" y a visitar el museo de un solo club, y a nadie le parece anormal.

Lo más curioso es que cada mañana me levanto con alguna de estas noticias y un día me da por indignarme, un día por cabrearme, el día que me pilla reflexivo me da por escribir y en muchas ocasiones, de la vergüenza ajena que me produce alguno de estos asuntos, suelto una irónica carcajada y me limito a acordarme efusivamente de sus madres.

La única sensación que no logran que tenga después de tanto tiempo soportando cabronadas es la de sorprenderme. He aprendido a vivir en su locura, he conseguido vivir con normalidad la anormalidad de un lugar muchas veces extraño para mí, en la que el fascismo más recalcitrante lo ha impregnado todo. Hemos llegado al punto que nada nos extraña, nada nos sorprende, podemos esperar cualquier cosa por increíble que parezca. La tribu camina a pasos agigantados hacia la aniquilación de todo aquel que quiera respirar otro aire, otra realidad, otros colores.

Un buen amigo hace unos días me comentaba apesadumbrado que cada vez este lugar se asemeja más a la Alemania Nazi. Allí el odio al judío se gestó durante muchos años, primero fue el desprecio, después la difamación pública, poco a poco la discriminación con leyes absurdas, después vinieron los guetos, la deportación y, finalmente, el Holocausto.

No me he vuelto loco, tengo claro que aquí nuestro holocausto será simplemente social y deportivo y que, el gas Ciclón B que están usando para acabar con nosotros es este continuo goteo de irrespirable información llena de odio y fascismo con su puñetero Barça.

Desde aquí, camaradas, les invito a seguir en la lucha. Les invito a sorprenderse por las cosas que pasan constantemente. Les invito a que protesten más y más fuerte ante cualquier abuso. Les invito a que no toleren injusticias y atropellos. Les invito a que alcen la voz y manden a la mierda a toda esta banda de fascistas de tres al cuarto que nos quieren imponer andar como obedientes ovejas. Les invito a no querer vivir en su pútrida tribu. Les invito a ser libres y pericos hasta el final de sus vidas.

Como decía Nietzsche, "ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo"

En unos días abriremos en esta página un apartado para recoger durante todo el año sus quejas, donde puedan explicarnos todas aquellas afrentas que sufren día tras día. Queremos crear un histórico anual de todo lo que pasa en este lugar llamado Catalunya para que, acabado el año, se lo podamos entregar al "Sindic de Greuges" y que nunca se pueda decir que no luchamos por un futuro mejor.