CARACTER CHINO DEL DIA

jueves, 5 de mayo de 2011

Aunque esté todo perdido, siempre queda molestar

Un equipo teóricamente invencible. Un presupuesto a años luz del nuestro. La posibilidad de cantar el alirón en su estadio, contra el eterno rival de la ciudad. Unos jugadores que cuando no tienen suficiente con su inmensa calidad, cuentan con el apoyo incondicional del trío arbitral. Un aparato mediático formidable, que multiplica sus logros y minimiza sus miserias. El poder económico, social y político de Cataluña a sus pies. Los estamentos federativos no son sus superiores, son sus súbditos.

¿Enfrente? Un grupo de chavales surgidos de Sant Adrià, con algún apoyo foráneo, apoyados por una afición fiel, pero muy inferior en número a la de ellos. Un club con una situación económica más que delicada, con un apoyo mediático casi inexistente. Una entidad ninguneada por los políticos y los "padres de la patria". Un equipo pisoteado por los colegiados y los entes federativos. David contra Goliat. Un grupo de irreductibles galos contra las poderosas centurias romanas. El orgullo contra el poder con mayúsculas.

Pero no nos rendiremos. Tendrán el oro, la gloria, la púrpura, el trono, el cetro, la llave de la caja y el alma de los que mandan. Pero nosotros tenemos la razón de nuestra parte. La razón del humilde, de los que trabajan sin descanso cada día para sobrevivir. Ellos no saben que es eso, tan acostumbrados que están a que sus lacayos les sequen el sudor y a vivir la holganza del poderoso. Pero no nos dan miedo.

Lucharemos. Por intentar clasificarnos para Europa, por supuesto. Pero por mucho más que eso. Por redimir a todos los aficionados que cada día son ninguneados por el Imperio del Pensamiento Único Deportivo. Para que Lluís Canut, Enric Bañeres, Bernat Soler, Joaquim Maria Puyal, Salvador Sostres y el resto de propagandistas a sueldo del poder tengan un ataque de úlcera y tengan que aplazar su fiestecita durante unos días. Para poder decir con orgullo que "estamos aquí", que no han podido con nosotros en 111 años y que estamos dispuestos a seguir vivos y coleando.

No importa que sea una guerra perdida. Que ellos sean muy superiores en número y muy poderosos. El placer del camino, de seguir vivos y comprobar como sobrevivimos a su inmensa fortaleza, es incomensurable. Posiblemente no ganemos la batalla final, pero sí podemos vencerles el domingo y seguir tocando las narices. Como dijo un mítico grupo de rock radical, "aunque esté todo perdido, siempre queda molestar". Y mientras seguimos trabajando para ver si llega nuestra hora, molestarles da un placer infinito. A por ellos, que aunque son muchos, son cobardes.