La huelga laboral derecho fundamental reconocido en todos los países de nuestro entorno asienta sus raíces históricas en el sentido que tenía como instrumento para provocar pérdidas económicas al empresario y también en la idea de que se trata de una protesta extrema frente a una agresión perpetrada contra los trabajadores.
Es más, si realmente CC OO y UGT hubieran querido lograr algún cambio, esta huelga se habría tenido que producir mucho antes; pero, claro, en aquel momento aún creían que Zapatero les haría caso y, sobre todo, Méndez (al igual que le ocurre ahora) no quería ni oír hablar de que Zapatero se vaya. Traicionan, por tanto, la esencia fundamental de la huelga general porque no la hicieron a su debido tiempo para impedir que Zapatero aprobase el primer plazo de la reforma laboral, pero es que ahora tampoco la hacen contra el Gobierno, pues más parece que la dirigen contra la oposición o no se sabe muy bien contra quién.
Estrangularán los transportes públicos, pero quienes no quieran ir al paro y les descuenten el día aún se volverán más contra los sindicatos. Eso sí, todos los liberados cobrarán ese día de la huelga y aún dirán que en ese día trabajarán de lo lindo.