CARACTER CHINO DEL DIA

martes, 25 de enero de 2011

LA MODA

 

 Las mujeres somos víctimas de un complot urdido por mentes perversas que se
reúnen en un lugar secreto y deciden lo que ellos llaman "tendencias de
moda".
¿Quiénes son? ¿Cómo lo hacen? Yo me imagino que llega Paco Rabanne y dice:
- "Veo, veo que este año se va a llevar el azul petróleo".Y saltan a dúo
Victorio y Lucchino:
- "Eso, eso. Y los jerséis sin mangas, pero de cuello alto, ¡y que se
jodan!".
¡Y date por jodida! Porque la moda no es una industria. ¡Es una secta
dirigida por maricones! Y de esos seres que nos odian ¿qué podemos
esperar?... Si nos hacen ir con estos pantalones que se abrochan en la
rabadilla y nos hacen creer que vamos bien (Creo que lo hacen para que
luzcamos esos ridículos tangas que tanto molestan). O con esos otros
pantalones de pata larga que van limpiando las aceras.
¿Ustedes saben lo que son las fashion victims? Son las mujeres que han
caído en sus redes y ya no pueden escapar. Esas que cuando se acercan a un
escaparate, oyen voces en su cabeza: "El poder de la moda te obliga", "el
poder de Dior te gobierna".
Realmente, yo me dí cuenta del poder que tiene esta secta cuando intenté
comprarme un vestido rojo. Parece fácil, ¿verdad? Un vestido rojo. Pues no.
¡Porque las tiendas están en el ajo! Son las representantes de Dior en la
tierra. Y, claro, llego yo, y le digo a la dependienta:
- Buscaba un vestido rojo.
Y me suelta:
- ¿Rojo? Este año no viene nada en rojo. Este año viene el azul petróleo.
- ¿Y eso rojo de ahí?
- Eso es la funda del extintor, pero si quieres te la saco.
¡Así es como empiezan las sectas: anulando tu voluntad! Porque, de repente,
me veo diciendo:
- Vale, sácame uno azul petróleo de la 38.
Y, en ese momento, la dependienta me mira como se mira un Fiat Panda desde
un todoterreno:
- ¿La 38? Tú estarás entre la 40 y la 42.
Claro, yo la miré a ella como diciendo: "Y tu estarás entre gilipollas y
tonta del culo"
Pero le dije:
- Perdona, yo soy una 38.
- No, si ya. Pero es que este año viene la 38 ceñida, ¿sabes?
Y es que ese es el segundo paso de la estrategia de la secta. Disminuir tu
autoestima para poder dominarte mejor. Ahí, yo dije:
- Con esto no me pillan. ¡Yo me pruebo la 38 aunque me la tenga que meter a
rosca!
Y, claro, te miras al espejo y ves lo que ves. Una morcilla. Una morcilla
azul petróleo.
Y digo yo: si en todo el mundo un metro es un metro y un kilo es un kilo,
¿por que la talla 38 no es siempre la talla 38? Tú vas al Carrefour y la
talla 38 se la puede poner King África y, sin embargo, te vas a Versace y
la 38 no se la pone ni Melody.
Total, que hice lo que hacemos todas: llevármelo. Si, porque pensé lo que
pensamos todas: "Así me obligo a adelgazar". "Me obligo a adelgazar."
¿Seremos idiotas? A las dos semanas te estás obligando a regalárselo a tu
sobrina. ¡Es como comprarte unos zapatos del 34 para obligarte a que te
encoja el pie!
Pero es que ese es otro de los síntomas de que estás entrando en la secta:
someterte voluntariamente al sufrimiento físico. Aunque, a veces, cuando
todavía no estás abducida del todo, consigues tener un momento de lucidez y
decir: "No, no me lo llevo". Y, entonces, esa enviada del mal que es la
dependienta te dice la frase definitiva:
- Llévatelo, no seas boba, ¡que lo puedes devolver!
¡Y lo compramos! Como lo puedes devolver... Eso es como comerte un trozo de
moqueta: ¡como lo puedes devolver! Así que volví a casa con mi vestido azul
petróleo de la 38. Me lo pongo y le pregunto a mi marido:
- ¿Como me queda?
- Pequeño.
- ¿Si? ¿Me marca mucho?
- Te va a hacer llagas.
Ahí me dije: "Pepa, modérate. Esta es otra prueba. La secta de la moda
quiere que rompas lazos con tu entorno". "¡No, no van a poder conmigo!". Me
lancé a la calle y no paré hasta que encontré el único vestido rojo que
quedaba en toda la ciudad. Cuando lo vi, dije: "¡Me lo compro! ¡Que le den
a Paco Rabanne. Y que Victorio le dé a Lucchino!"¡Ja! Y salí de la tienda
triunfante, con mi vestido rojo. Pero la alegría me duró dos escaparates.
Es algo que nos pasa a todas las mujeres. De repente, se te viene el mundo
encima:
"Coño, ¿y qué hago yo con un vestido rojo, si este año lo que se lleva es
el azul petróleo?" Oye, que no pude pegar ojo en toda la noche. Tuve unas
pesadillas... Estaba yo en una misa negra, atada de pies y manos, y los
grandes gurús de la moda, rodeándome como en Poltergeist:
"Pepaaaaa. Veeen hacia el glamouuuuur." Total, que me desperté, empapada en
sudor y dije:
"¡Vale, esta bien! ¡Me rindo!" Me unté entera con vaselina para que me
entrara el traje, y me presenté en la boda de mi amiga Jessi, vestida de
azul petróleo.
Cuando llegué a la iglesia me encontré con que íbamos todas iguales...Allí
había más azul petróleo que en una playa del golfo Pérsico. Ahí te das
cuenta de que te han captado, has entrado en la secta, y a partir de ese
momento honrarás a Victorio y a Lucchino, no nombrarás a Chanel
en vano y amarás a Dior sobre todas las cosas.

PD.¿Alguien me puede explicar que coño es el color "azul petróleo"?? Tardé
siglos en comprender que las cosas pueden ser de color buganvilla, no me
jodáis ahora con el petróleo, por favor!! El petróleo es negro como los
cojones de un grillo!! (y perdón por la expresión...)